Antecedentes
En los últimos años se viene apreciando un auge creciente de
los servicios que ofrece el mercado, relacionados con la apariencia física, la
vida sana y el bienestar personal, lo que se traduce en un mayor gasto de los
consumidores en las empresas del sector.
De hecho, el concepto de imagen física ha sufrido una
evolución, adoptando desde hace unos años una dimensión más amplia que engloba
tanto aspectos estéticos como de salud y de bienestar físico y mental. Así, se
aprecia actualmente una preocupación constante y creciente por parte de las
personas, no solo por aquellas actividades relacionadas con el ámbito de la
estética, la peluquería, o el maquillaje sino también por aquellas otras
actividades que las complementan y tienden a proporcionarles un bienestar a
todos los niveles, físico, mental y estético.
Si a todo lo anterior le añadimos el ritmo de vida tan
acelerado que caracteriza a las sociedades de los países desarrollados, y que
es la causa de los elevados niveles de estrés y de ansiedad que padece gran
parte de la población, no puede extrañar la proliferación de las actividades
tendentes a la mejora del bienestar físico y mental.
También se deben mencionar dos factores muy ligados entre
sí, y que contribuyen en buena medida al desarrollo del sector: el aumento de
la esperanza de vida y el interés creciente por retrasar los signos del
envejecimiento.
Así mismo, conviene señalar que, aunque la clientela del
sector es mayoritariamente femenina, se aprecia cada vez más una tendencia en
los varones por dar importancia a su aspecto físico y a su bienestar personal.
Por ejemplo, se ha producido un aumento importante en el uso de servicios de
regeneración capilar, masajes, asistencias a centros de spa, o en el consumo de
productos cosméticos. De igual modo, debido a la evolución demográfica del
país, una parte de los servicios del sector irá dirigida a satisfacer una
demanda cada vez mayor de la tercera edad.
En consecuencia, no puede extrañar el crecimiento del número
de establecimientos de spa, de centros de masaje, o en general de terapias de
relajación, que se ofrecen bien por centros especializados o incluso por
algunos hoteles o centros deportivos, como servicio complementario. Además, el
auge que viene experimentando el sector debido al incremento del consumo de
servicios y productos relacionados con la belleza y la salud, ha impulsado a su
vez un crecimiento muy importante de la industria estética.
Finalmente, conviene tener presente que el consumidor cada
vez es más exigente con los servicios que demanda de modo que además del
servicio en sí, también busca un ambiente agradable, con una imagen y
decoración atractivas, así como con una atención personalizada y profesional.
De ahí que el sector tienda cada vez más, tanto hacia una especialización
profesional como a una diversificación de sus servicios, por ejemplo,
ofreciendo al mismo tiempo servicios de peluquería y de estética.
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